Ante esta alerta mundial, la Iglesia también propone y recomienda, al menos hasta que la emergencia actual haya sido controlada, adoptar medidas para las celebraciones litúrgicas y los encuentros pastorales, por lo que aconseja a los fieles que “sigan las recomendaciones de salud de los expertos para prevenir la propagación de la enfermedad”.
Las Parroquias, Iglesias Conventuales y Centros Pastorales están invitadas a llevar a cabo determinadas medidas durante la liturgia como son:
1. Distribución del sacramento de la Eucaristía, si ven pertinente, en la mano.
2. Cambiar el agua bendita con frecuencia.
3. Instalar medidas higiénicas en los confesionarios
4. Evitar dar la mano durante el rezo del Padre Nuestro o el intercambio de la paz.
Instamos a los sacerdotes a coordinar, al final de las celebraciones, junto con los Centros de Salud más cercanos a sus Parroquias y sus fieles, la difusión de medidas preventivas y acciones encaminadas a la protección y bienestar de todos.